Es una vergüenza que alguien llegue a Jefe de Estado
por méritos exclusivamente testiculares,
y es doblemente vergonzoso que el mismo personaje
no pueda ser juzgado
de sus "presuntas" fechorías y tropelías,
bien porque es legalmente "inviolable"
de sus "presuntas" fechorías y tropelías,
bien porque es legalmente "inviolable"
bien porque nadie se atreve a hacerlo.
Y un personaje como éste,
que para ocupar el puesto que todos conocemos
era de obligado cumplimiento,
Sofía tuvo que "convertirse",
Sofía tuvo que "convertirse",
que se declarase católico, apostólico y romano,
resulta bochornoso ver,
que tras "pasar bajo su arco triunfal",
todos los posibles pecados cometibles a los ojos de Dios
(corrupción, usura, mentira, robo,
codiciar la mujer del vecino múltiples veces, etc...)
todos los posibles pecados cometibles a los ojos de Dios
(corrupción, usura, mentira, robo,
codiciar la mujer del vecino múltiples veces, etc...)
ninguna sotana se atreva a condenarle
por incumplir la palabra de Yahvé.