Al igual que en las elecciones del pasado 28 de mayo
tenemos que decidir.
Y me lo preguntaba un amigo hace unos días.
Y respondía:
Pues escucha. Primero lo primero.
Votar a representantes de la derecha extrema o de la extrema derecha es algo que nunca me he planteado. Me parecen especialmente perjudiciales para el desarrollo democrático del país. Así que nunca han contado ni contarán con mi voto.
Votar a representantes de la derecha extrema o de la extrema derecha es algo que nunca me he planteado. Me parecen especialmente perjudiciales para el desarrollo democrático del país. Así que nunca han contado ni contarán con mi voto.
Apuesto rotundamente por un Gobierno progresista,
pero, dentro de esta opción, hay muchas alternativas.
A los que me deben dinero (PNV-PSE), en principio, no.
A los que, a poco que cambien o se maquillen las cosas,
están dispuestos a apoyar un gobierno del PP, rotundamente no.
pero, dentro de esta opción, hay muchas alternativas.
A los que me deben dinero (PNV-PSE), en principio, no.
A los que, a poco que cambien o se maquillen las cosas,
están dispuestos a apoyar un gobierno del PP, rotundamente no.
Y la alternativa nacionalista radical de EH-Bildu me causa todavía muchos recelos democráticos, les reconozco importantes avances, pero considero que les falta todavía un importante recorrido por avanzar y unas cuantas "jubilaciones internas de viejos gudaris" por realizar,
para ser una alternativa democrática sólida, estable y de confianza.
¿Entonces?
para ser una alternativa democrática sólida, estable y de confianza.
¿Entonces?
Pienso que es preciso evitar a toda costa un gobierno de la derecha española extremista liderada por un Feijóo que juega al trumpismo aunque los medios afines intenten presentarlo como un gran gestor moderado.
Asi que blanco y en botella, leche.
Estoy convencido de que se necesita reeditar un gobierno progresista; y para que esto sea posible es indispensable que Sumar consiga más escaños que la extrema derecha, que la plataforma que lidera Yolanda Díaz supere a Vox y se convierta en la tercera fuerza electoral en las elecciones del 23-J.
Sin esta condición, un buen resultado del PSOE solo serviría para reforzar un bipartidismo caduco y estéril.
Asi que blanco y en botella, leche.
Estoy convencido de que se necesita reeditar un gobierno progresista; y para que esto sea posible es indispensable que Sumar consiga más escaños que la extrema derecha, que la plataforma que lidera Yolanda Díaz supere a Vox y se convierta en la tercera fuerza electoral en las elecciones del 23-J.
Sin esta condición, un buen resultado del PSOE solo serviría para reforzar un bipartidismo caduco y estéril.