El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

domingo, 4 de agosto de 2024

El pueblo de Venezuela clama hoy
por el respeto a su voluntad burlada.

Cuando el combustible revolucionario se agota, se malgasta o se malversa, o se falsifica, y los votos necesarios para ganar ya no ajustan, porque los sueños se convierten para la gente en pesadillas, y esos votos ya no pueden ser contados de manera transparente, las máquinas sofisticadas se vuelven un estorbo, pero eso no impide el fraude. No se puede perder. Entonces hay que echar mano de la pistola, o del apagón. Hacer que se caiga el sistema.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, durante una rueda de prensa en el palacio de Miraflores, en Caracas.
Leonardo Fernandez Viloria (REUTERS)
https://elpais.com/opinion/2024-08-03/venezuela-esta-pelicula-ya-la-he-visto.html

 El último de los escenarios bufos, las elecciones de Venezuela, nos devuelven a los clásicos tiempos de las repúblicas bananeras en tierra caliente, una puesta en escena que parece salida de la pluma de don Ramón del Valle Inclán, experto en dictadores de esperpento.

Lo bufo es una falsificación grotesca de la verdad, y su expresión mayor es el esperpento. La gran bufonada en la situación de Venezuela es aparentar creer que existe allí un Estado de derecho.

En Venezuela, lejos de un Estado de derecho, lo que hay es una dictadura que desde hace tiempo decidió no dejar arrebatarse el poder.