Entre los atributos de un líder, debe exigírsele que sea capaz de tomar decisiones arriesgadas, "estar dispuesto a la renuncia del poder", debe contar con un proyecto claro que haga "soñar" a la gente, tener credibilidad, valores y visión de futuro, con "la cabeza en las nubes pero los pies en el suelo", una condición que ha propulsado a Barack Obama a la presidencia de EEUU.
Imaz ha afirmado que "a veces en la vida hay que tomar decisiones estratégicas que uno sabe que van a penalizarle en el corto plazo". "Las afiliaciones a los partidos políticos en general tienen unos comportamientos más radicalizados que el centro de gravedad de su espacio social. Un liderazgo que no es capaz de modular las posiciones internas de una formación política, ni de conseguir moderarlas y acomodarlas al necesario consenso social, corre el severo riesgo de radicalizar las posiciones de su partido y llevarlo a la oposición o mantenerlo ahí por mucho tiempo", ha alertado.