“No he venido a hablar ni de política ni de economía. He venido aquí a hablar de espiritualidad”, aseguró Benedicto XVI nada más pisar tierra africana.
Enric Sopela nos lo recuerda en su blog: “Primum vivere, deinde filosofare”, advertía Aristóteles. Primero, vivir, tener al menos el estómago lleno; luego filosofar. El Papa no parece partidario de la lúcida reflexión de Aristóteles, al fin y al cabo un filósofo pagano, debe de pensar, nacido más de trescientos años antes que Cristo.
¿Y todavía hay algún ingenuo que se piense que hablar del SIDA, de sus posibles soluciones y de las necesarias inversiones no es hablar de política? O es que para ese señor política es espiritualidad. Ya te vale, Benedicto. ¡¡Vive y deja vivir!!