-La política de polarización que se ha llevado a cabo a lo largo de estos últimos años ha logrado que resulte ahora entendible para buena parte de la sociedad vasca lo que en otras circunstancias le habría resultado incomprensible. Y Euskadi, si algo ha dejado claro, es que no quiere mas bloques.
-No cabe duda de que el Gobierno que resulte, sea el que sea, habrá de enfrentarse a enormes dificultades.
-Tanto el PSE como el PP vasco constituyen, quieran o no, subconjuntos de sus respectivas organizaciones de ámbito estatal. Resulta, pues, bastante improbable, al menos en principio, que puedan mantenerse al margen de lo que a éstas les ocurra en sus "rifi rafes" a nivel de estado.
-Por su parte , el PNV, además de verse tentado a ejercer en Euskadi un oposición implacable, se aprovechará de su privilegiada posición en el Congreso para interferir a conveniencia en la rivalidad que el PSOE y el PP mantienen en el Estado.
Por lo tanto, quince días después, y tras estas cinco obviedades sacadas principalmente del artículo de ayer de Zubi en Vocento, cabe augurar a la alternativa "cerdito-gaviotil" una clara inestabilidad y excesivamente ajustada suma para los tiempos que corren y, solo una alianza más amplia, puede plantear soluciones reales a los problemas que este país plantea hoy en día.
¡¡Por los 55!!