La vida da muchas vueltas y a veces solo hace falta sumar unos añitos para poder sonreír ante los caminos que vamos recorriendo unos y otros a lo largo de la vida, la política y la general.
De la IU de Sopelana que yo conocí hace una legislatura, no queda ni el apuntador. Se escindieron de la Organización por la izquierda dejando a Madrazo, a quien, en opinión de algunos de los que le dejaban, el "efecto Ibarretxe" le estaba haciendo perder "su norte político". Y lo que es la vida, esa escisión hace unos días ha firmado un acuerdo con EA. Verlo para creerlo. Siempre se ha dicho que la política hacía extraños compañeros de cama, pero ciertamente, cuando uno lo ve, se sorprende.
Y resulta que ahora el partido que mantiene el nombre de "izquierda" y de "unida" ha quedado en manos de un amante de los perros que ya se presentó la legislatura pasada por Urduliz, y donde aguantó un mes (En junio tomó posesión y en julio dimitió). Ahora se presenta por Sopelana uniendo su vocación política con su deseo de que los cuadrúpedos puedan correr a sus anchas por los arenales.
En fin, que no sé por qué me ha acordado de esa famosa frase que dice así: "Con estos amigos, ¿para qué quiero enemigos?"