Siempre me ha llamado la atención ese grupo de políticos, probablemente con un miedo escénico importante y con un terror enorme al posible fracaso, que se han caracterizado por tomar el menor número de decisiones posibles, y dejar sobre su mesa los problemas que se le presentaban porque, como suelen decir, si el problema se soluciona es porque no había que intervenir y, si no, porque el haber intervenido en nada hubiese cambiado el resultado.
Dentro de este grupo veo al presidente del Athletic. No le faltan problemas encima de la mesa y su inacción cada vez es más evidente. Quizás salga victorioso al final de su legislatura pero cada vez me gustan menos los que intentan pasar de puntillas por sus responsabilidades.