Ni entro ni salgo en campaña. Y menos hoy que ya estamos todos "reflexionando". Pero no me puedo resistir a decir algo. Sabemos que Aguirre representa un detritus moral en política. Pero lo de echar en cara a Manuela Carmena su trabajo asesorando al Gobierno Vasco sobre reconocimiento a víctimas de vulneración de DDHH llevadas a cabo por la policía (esto lo dice la Condesa elevando el tono, enfatizando la irrealidad del concepto) pasa lo tolerable en una sociedad sana.
Mientras Trump habla del éxito del plan de paz, los israelíes mantienen los dedos en los gatillos de armas que siguen apuntadas a la población civil de Gaza. (martin.gak)

