Lo del PP es clavadito a la película sobre la caída de la cúpula del nazismo, El hundimiento. Se hunde Génova como una Torre Gemela, con gente saltando por las ventanas, histerismo, tirones de pelo, aspavientos y mucha polvareda. Para haber ganado las elecciones, hay que ver que mal lo llevan. Cualquiera diría que han perdido. Lo que están perdiendo son las formas y el orden y cuando la derecha pierde las formas y el orden, que es todo lo que tienen, están perdidos.
Las gaviotas abandonan el nido y para lo que les queda en el convento se cagan dentro. Lloran ahora lo que no supieron defender como barones. No se han atrevido a largar hasta que han dicho que se largan. Ha empezado “el vuelo de los faisanes dorados” como llamó el historiador Antony Beevor a la espantada de algunos líderes del nazismo cuando vieron que aquello se iba al garete y Hitler seguía en sus trece convencido de poder ganar la guerra que es como está Rajoy. Génova se desintegra bajo las bombas y el presidente dice que “está lloviendo un poco”. Le ha dicho Herrera que no sea ciego, que se mire en el espejo y se pregunte si debe ser candidato. Pero Rajoy no se ve porque es un vampiro que después de chuparle la sangre al país, se la chupa a su partido. Mariano, o no llegas o no pasas del verano. Si eres candidato será a sepulturero.