Algunos pensarán que el burkini no tiene nada que ver con esas "otras" atrocidades relacionadas con la religión, pero lo cierto es que la ropa es el signo distintivo del lugar en el mundo que te ha designado el poder.
Durante toda la historia de la humanidad, la ropa ha señalado la distinción de las clases, de los sexos y de las edades. Ropa para las clases pudientes, para los pobres, para las mujeres respetables, para las prostitutas, para las jóvenes, para las viejas.
Las mujeres lucharon por poder vestir pantalones -¡las jóvenes no lo creerán!-, por quitarse las medias de cristal con costura, un invento de tortura de los años 50, por llevar minifalda, por vestirse como les diera la gana, por bañarse con bikini, por tener playas nudistas.
Y ahora, las afortunadas que les han sucedido, que disfrutan de tales auténticas libertades, defienden que otras deban taparse hasta las cejas por mandato de los ayatolás.
¡¡ Si hasta las musulmanas feministas aseguran que no es un mandato de la religión sino un invento de los talibanes modernos !!