El uno de septiembre es una fecha propicia para hablar del nuevo curso, escolar o político, pero lo que hoy voy a comentar nada tiene que ver con eso y sí con las plantas que habitualmente tenemos en el hogar.
La flor de Pascua es la típica que muchos compramos antes de las fiestas de fin de año y que poco después, habitualmente vemos languidecer en nuestros hogares hasta su muerte definitiva. Llevo dos años con una que ha sabido sobrevivir a dos periodos navideños y que ha conseguido en mí deseos de prorrogar indefinidamente esa inhabitual sobrevivencia.
La principal característica de esta planta son sus llamativas hojas de colores que la hacen muy decorativa. Estas hojas se llaman brácteas y no tienen nada que ver con las flores, que son muy pequeñitas y no tienen ningún interés decorativo. Estas brácteas nos las podemos encontrar de diferentes colores siendo el color rojo el que predomina en el mercado. Y en mi casa.
Pero si conseguir que las hojas verdes en febrero no se caigan es difícil, lograr que le vuelvan a brotar hojas rojas lo es aun más.
Para conseguir que las hojas se pongan rojas tendrás que tenerla 14 horas al día, los meses de septiembre, octubre y noviembre, en completa oscuridad, cubriéndola con una bolsa negra o similar.
Yo comienzo hoy. Ya os contaré el resultado de mi experiencia.