Ante la posibilidad de unas terceras elecciones, Felipe González ha apuntado que sólo una abstención del PSOE o una salida de Rajoy podrían desbloquear la situación. Obvio.
Y parece que cada vez suena con mas fuerza la posibilidad de que tras las elecciones vasco/gallegas podría suceder que el PP presentara otro candidato a una nueva investidura.
La gran paradoja que vivimos es que el PP es el partido más votado, dentro de que la minoría es insuficiente, pero su candidato es el más vetado. No sólo por las fuerzas políticas, sino dentro de su propio electorado.