La historia, escribió un escéptico, no castiga ni retribuye. No imparte justicia, la historia simplemente juega a los dados. Y en Euskadi, los dados caen ahora a favor de echar al olvido el terror pasado, y con él a todos sus protagonistas.
No les voy a pedir que sigan mi consejo. ¡Haya ellos!. Pero el error que está cometiendo Bildu en insistir con la figura de Otegi por todas partes me parece un error de libro.
"La cara de Otegi no vende ya en unas elecciones porque para la sociedad vasca es la cara del comando y del agrio discurso de justificación de aquellos asesinatos que todos quieren olvidar. Forma parte de un mundo que ya no está de moda para los nuevos centristas laxos, que prefieren la figura y los discursos de Pablo Iglesias. Aunque sea 40 años tarde, los amplios restos de la izquierda revolucionaria vasca parecen encontrar una vía política de expresión distinta de la de la sumisión a la sabiniana radical y sus mitos violentos" (J.L.Soroa en El Pais).