en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 9 de septiembre de 2021

El PP no busca la independencia de la justicia, sino su propia impunidad.

Ser conservador no es que nada cambie, pero así es como lo entiende la derecha española, que considera que el poder es suyo y que todo lo demás es un caso de apropiación indebida contra la que se puede combatir con armas legítimas e ilegales, da lo mismo si hay que financiarse bajo cuerda y vulnerando la ley electoral, hay que pagar tránsfugas o hay que ponerle espías a los adversarios y antiguos compañeros de viaje caídos en desgracia: la consigna es que todos los caminos son buenos si llevan al palacio de La Moncloa.

Las continuas negativas del PP a solucionar el bloqueo con coartadas y disculpas que van cambiando según se les van haciendo concesiones y se aceptan sus exigencias y sus vetos, no tienen más función que retener la vara de mando aunque las urnas y las alianzas democráticas se la quitaran.

Que tantas y tantos ciudadanos más bien modestos toleren y hasta justifiquen, por poner un ejemplo, las incesantes privatizaciones de los servicios públicos, es sorprendente, porque no es ya que tiren piedras sobre su propio tejado, sino que además lo hacen convencidos de que es la única forma de arreglar las goteras.


Que nadie se engañe, porque no buscan la independencia de la justicia, sino su propia impunidad. Lo demás es puro teatro.