Nacido en familia nacionalista, recibió educación en un colegio de La Salle, luego los años le llevaron a la Teologia, al sacerdocio y a las actividades políticas participando activamente las recién creadas instituciones autonómicas. Todo el mundo le reconoce su papel relevante en la instalación del Museo Guggenheim en Bilbao.
En la trayectoria política de Joseba Arregi hay que señalar la fecha enla que abandonó la militancia del PNV. Su renuncia era el final de varios años de discrepancias públicas con la estrategia de su partido. De su pluma habían salido razonadas críticas a la política desarrollada por el PNV, desde el pacto de Lizarra al Plan Ibarretxe, críticas apoyadas no en los argumentos de los no nacionalistas, sino en un modo de entender el nacionalismo que buscaba romper su inmovilismo ideológico.
Comenzó a ver el movimiento nacionalista de otra manera, más como una opción política que como una exigencia ineludible de la historia.
Arregi representaba la reivindicación del Estatuto como materialización de un doble pacto para la convivencia entre diferentes, un pacto interno entre los vascos y otro entre Euskadi y el Estado. Representaba también la defensa coherente de la idea de la pluralidad política y social entendida como un valor colectivo enriquecedor del conjunto y no como una incomodidad transitoria que hay que eliminar en aras de la homogeneidad y de la identidad única.
Sus tesis favorables al entendimiento entre nacionalistas y no nacionalistas y al reconocimiento efectivo de las víctimas del terrorismo, le hizo merecedor de reconocimientos como el otorgado por la Fundación José Luis López de Lacalle o el Premio a la Tolerancia Maite Torrano.
Agur bero bat !!