En los últimos meses los conservadores han desplegado toda una batería de condiciones cambiantes para pactar la renovación :
Desde vetar la presencia de Unidas Podemos en las negociaciones a tipificar de nuevo el delito de referéndum o reformar la euroorden. También han puesto como excusa el sí de EH Bildu a los Presupuestos de 2021 o la posición del socio minoritario del Gobierno en contra de la monarquía.
De forma más reciente han reclamado un cambio en el sistema de elección de los vocales para que los doce de extracción judicial sean seleccionados directamente por sus compañeros —como sucedía hasta 1985—, una reforma que el PP no promovió durante sus dos mayorías absolutas. Todo un conjunto de escusas para boicotear el desarrollo normalizado del sistema democrático.
En cualquier caso, lo primero que tendrían que hacer los jueces "prorrogados", si fuesen consecuentes y quieren realmente forzar la renovación, sería dejar de realizar nuevos nombramientos y dimitir de sus cargos.