¿Podía el rey Felipe VI permitirse defender la legitimidad del Gobierno, reivindicar las reglas del juego político y exigir la inmediata renovación del Poder Judicial?
Podía, pero no lo hizo.
¿Podía el monarca permitirse pedir el cese del asesinato de miles de niños palestinos inocentes?
Podía, pero no lo hizo.
Así que optó por lo de siempre: darle la bienvenida a 1978.
Encontrar esa solución para no hablar de nada que importe
es la función de un buen monarca.
Y el rey estuvo espléndido.
Podía, pero no lo hizo.
¿Podía el monarca permitirse pedir el cese del asesinato de miles de niños palestinos inocentes?
Podía, pero no lo hizo.
Así que optó por lo de siempre: darle la bienvenida a 1978.
Encontrar esa solución para no hablar de nada que importe
es la función de un buen monarca.
Y el rey estuvo espléndido.
El discurso de Felipe VI fue una muestra de su enorme debilidad actual.
Un rey que sólo cuenta con el apoyo social de la derecha.
Un rey que no tiene ya margen para reivindicar lo básico y obvio:
las reglas del juego democrático y la paz.
Porque reivindicar lo obvio en la España de hoy
es ser cómplice del socialcomunismo.
ctxt.es/es//Gerardo-Tece-Felipe-VI-discurso-navidad-Casa
Un rey que sólo cuenta con el apoyo social de la derecha.
Un rey que no tiene ya margen para reivindicar lo básico y obvio:
las reglas del juego democrático y la paz.
Porque reivindicar lo obvio en la España de hoy
es ser cómplice del socialcomunismo.
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