El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 6 de diciembre de 2023

La Constitución.
De "Konstituzio honi ez". No a esta Constitución.
Al "Sí inequívoco a la Constitución".

La Constitución no es un evangelio. Fue hecha por hombres, literalmente, con un bagaje histórico muy concreto, marcado por la Guerra Civil, el franquismo y el miedo a la inestabilidad.

Sus lagunas se pueden cuestionar sin deslegitimarla. Fue un pacto de futuro en el que todos los implicados cedieron cosas que parecían impensables. Recordarlo no es un ejercicio melancólico, sino de responsabilidad. Para la mayoría de los que la votaron aquel 6 de diciembre representaba lo máximo a lo que podían aspirar. Yo voté en contra aunque posteriormente reconocí un "Sí inequívoco a la constitución". Tiempos de Euskadiko Ezkerra.

Para nuestros hijos/as y nietos/as no puede representar lo mismo. La mejor defensa que se puede hacer de ella es mantener viva la crítica y el reclamo para su reforma, huyendo de un inmovilismo que podría desconectarla poco a poco de la España del siglo XXI.

Y en ese camino, el acuerdo encaminado a eliminar el término “disminuidos” para referirse a las personas con discapacidad —que decayó con la disolución de las Cortes y se debe retomar urgentemente— fue una demostración de altura de miras que se puede extender a otras cuestiones. Tómese como precedente, no como anécdota, para reclamar más ambición.