Cuando menos llamativo, sorprendente y,
si no entramos en comparaciones,
hasta gracioso.
No es un pueblo, por su localización en un alto,
al que se pueda llegar a gran velocidad,
y a los visitantes, sin duda, llama la atención.
Sobre todo cuando un día como hoy,
tras leerlo y adentrarte en el pueblo,
no ves ni una vaca y, desgraciadamente,
ningún niño.
Pero algún día habrá que hablar, también, de los corruptores que son grandes empresas que cotizan en el IBEX y son al parecer intocables.