en la que los catalanes elegirán su Parlamento.
en la que elegiremos el nuevo Parlamento Europeo.

Enrique Galván:

No podemos dejar ganar a quienes degradan la política

miércoles, 17 de abril de 2024

Poca ambición por ganar,
mucho miedo a perder.

El debate, que comenzó con todos los aspirantes solidarizándose con Pradales, evidenció que los nervios están a flor de piel por unas encuestas que dan un empate técnico entre PNV y EH Bildu y, en teoría, todo está abierto para la noche del domingo.

Todos/as bastante encorsetados. Para sorpresa de la audiencia, muy nerviosos tienes que estar en el PNV, para hablar de Venezuela acusándole a Otxandiano de bolivariano, uno de los 'hits' de la política española y su derecha más reaccionaria. Lo hizo Pradales para advertir a los vascos de que Bildu quiere imponer una agenda económica al «estilo venezolano», «interviniendo la economía» y controlando empresas. Otxandiano, por su parte, denunció el liberalismo a ultranza del PNV más propio del siglos pasados.
Especialmente exagerados ambos en sus acusaciones mutuas.

Para Pradales sólo existía Otxandiano. Y para Eneko Andueza casi también, que apretó y mucho en materia de autogobierno y la tentación de la izquierda abertzale de emular la vía de ruptura catalana. Los demás han sido meros compañeros de debate.

Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos) y, sobre todo, Alba García (Sumar) centraban todos sus dardos contra Pradales cuando es EH Bildu la que les está fagocitando electoralmente.

Las derechas españolas, Vox y PP, reaccionarios y con ánimo de asustar a la audiencia. Mensajes pobres y manipuladores.

Viendo el desarrollo de la jornada, todos esperaban que el momento álgido del debate se viviera cuando se hablase de memoria, de ETA y las polémicas manifestaciones de Otxandiano. Pero no. Ninguno de los candidatos sacó el tema. Curioso.