El Athletic no jugó su mejor partido,
pero le anularon dos goles. Uno especialmente discutible.
Un partido en el desierto saudí que "tenía que ganar" el Barça.
Los árabes presentes, no llenaron el estadio,
porque el fútbol, como tal, a ellos les importa un higo.
Animaron al equipo catalán y silbaron al Athletic, simplemente,
porque tenían que ganar los que ayer vestían de verde.
Este tipo de fútbol es la mejor manera de desenganchar al público
de la mina de oro que representa y que, por lo tanto,
es un poco deporte y mucho negocio,
porque la final tiene que ser Madrid-Barça
o sino, no les queda bonito a los que ponen la pasta.
Y por otro lado Dani Olmo tiene que jugar sí o sí,
el negocio es el negocio y no importa
la doble interpretación de las normas.
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