La Iglesia sigue teniendo ganas de meterse en política. Así lo dice El agente de la continental en su Blog, y así creo yo también. No recuerdo que haya ido la cosa nunca bien en aquellos países donde la religión haya intentado meterse en la política, y lo haya conseguido. Ya pasó en nuestro País y ahora son los países con religión mayoritaria musulmán los que sufren este grave problema. Yo, que no soy especialmente viejo, ya recuerdo la España que, según algunos, siempre ha sido un país muy beato, pero que en realidad, bajo la dictadura nacional-católica del Caudillo, no dejaba mucho margen de maniobra. Por cierto, lo sacaban a pasear "bajo palio". Y en muchos sitios, lo seguirían haciendo. Por cierto, en Rusia quieren santificar a Yeltsin. Sin comentarios. A mí personalmente me sorprende la nueva proclama de los obispos españoles en la que llaman a combatir con todos los medios legítimos la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
La ministra de educación ha explicado que la asignatura versará sobre los valores de convivencia que se desprenden de textos como la Declaración Universal de Derechos del Ser Humano o la Constitución Española. ¿Son estos textos demoníacos? ¿Por qué se opone la Iglesia pues a esta asignatura? El asunto es simple: hasta la fecha han sido, por activa o por pasiva, los principales encargados de formar los principios morales de los ciudadanos. ¿Será tal vez que no quieren perder estos privilegios? ¡Qué feo!
¿Llamó la Iglesia a combatir con todos los medios posibles la decisión del Gobierno Aznar de participar en la invasión de Irak? Yo no lo recuerdo, creo que no. Y, sin embargo, el mandamiento del "No Matarás" quedaba vulnerado por esa decisión. La Iglesia española sigue siendo de derechas. Muy de derechas. Es un hecho. Y utiliza también un tema como este para crear más crispación social. Los obispos españoles, esa actual minoría mayoritaria de obispos españoles, como decía, animan a combatir esta asignatura. Yo, desde la más absoluta modestia, llamo a combatir a esos obispos que si tuviesen un poquito más de poder, a lo mejor utilizarían las hogueras de esta noche para quemar algo más que madera, algo que, sus antecesores, no hace tanto tiempo, lo practicaron sin mayores escrúpulos y siempre invocando al mismo Dios.