
Olvidamos fácilmente que la mayor parte de los refugiados es gente simplemente como nosotros, con hogares, familias, trabajo y sueños -todo lo cual tienen que abandonar en la búsqueda desesperada de seguridad en un medio desconocido. Enfrentada a un futuro incierto, esa gente común y corriente debe armarse de un valor extraordinario para sobrevivir y para rehacer su vida destruida.
Y desde aquí, hoy, un recuerdo especial a todas las personas que sobreviven en los campamentos de refugiados saharauis próximos a Tindouf, Argelia.