Sobre los primeros, nada que añadir. Ellos solitos se están autocrucificando. Los otros lo hacen mas disimuladamente, aunque a poco inglés que sepas lo dicen clarito:
“Our whole strategy is centred on wavering Socialist voters,” Gabriel Elorriaga, a senior strategist at the conservative party, says. “We know they will never vote for us. But if we can sow enough doubts about the economy, about immigration and nationalist issues, then perhaps they will stay at home.”
Gabriel Elorriaga lo ha dejado tan claro en el Financial Times que queda poco por añadir. Pasando de Shakespeare a Cervantes el párrafo anterior queda así:
“Toda nuestra estrategia está centrada en desalentar a los votantes socialistas […], sabemos que nunca nos van a votar, pero si logramos crear suficientes dudas sobre la economía, la inmigración y las cuestiones nacionalistas, quizás se queden en casa".
Y el capullo continúa: […] Será complicado incrementar nuestros votos. El PP tiene una imagen muy de derechas en este momento. Incluso nuestros votantes piensan que son más centristas que el PP. […] Pero sus votantes son menos disciplinados que los nuestros. […] Estamos diciendo a los votantes socialistas que su Gobierno no está aportando soluciones a sus problemas. El resultado electoral depende del impacto de ese mensaje.”
Y lo curioso es que estoy de acuerdo con el análisis que hace. Y si a eso añadimos que siempre hay algún "berzas" en campaña diciendo que lo de Madrid nos queda lejos y que casi ni nos importa quien ande domiciliándose en La Moncloa, pues como que se lo ponemos a huevo a los del "cambio de himno" de ayer.
Y eso sería lamentable.