Ayer fue un día que se prestaba para salir hablando mucho y mal del trío naranja que puso nervioso a mas de uno. Mal que se ponga nervioso el público, pero bastante peor que lo haga el entrenador, que tendría que tener el culo pelao de este tipo de situaciones un poco "chinchantes", y que teniendo en cuenta que cobra por aguantarlo, no tiene sentido caer en semejantes infantilidades.
Lo del público, en general, es de comprender, si bien creo que una cosa es una personal, mas o menos intencionada, y otra lanzar todo tipo de palabrotas malsonantes, de manera permanente, los 40 minutos de juego con tiempos muertos incluidos. Tengo detrás un sujeto que, dos filas mas atrás que por mucho que haya pagado su entrada, se le debería de llamar la atención porque molesta con sus continuos y ridículos insultos típicos, algunos racistas y todos ellos malsonantes al trío arbitral.
Y cambiando de tercio, viendo esta imagen del blog de las cheerleaders del Bilbao Basket, me he acordado de un comentario que solemos hacer los que nos sentamos cerca del que sacó esta foto:
¿ Cuál será el motivo por el que el encargado de poner la música en el pabellón se trae todos los días de partido semejantes cajones de discos si luego siempre pone la misma música, que por cierto no está mal, pero cabe en un CD ? ¿O es que cobra por CD transportado?