Hoy empieza una semana importante en la política vasca, puesto que atendiendo e interpretando los resultados de las elecciones al parlamento español, los dirigentes políticos van a tener que comenzar a tomar decisiones importantes y transcendentales a corto, medio y largo plazo.
Y aunque entre partidos políticos su distinta capacidad de maniobra sea comparable a nivel naval a la diferencia existente entre las chalupas y los trasatlánticos, en estos últimos los pequeños virajes de un grado, a media distancia suponen muchos kilómetros de diferencia en un barco como en el que estoy metido.
Si lo vivido ayer en Vitoria-Gasteiz, con el acuerdo PNV - PSE para apoyar conjuntamente a Rojo como presidente de la entidad financiera, se puede interpretar como un signo del nuevo camino que tiene previsto surcar mi trasatlántico, bienvenido sea el viraje realizado, que puede hacer preveer nuevas rutas y nueva fauna y flora de cara a la ruta a transitar durante los próximos años.
Por cierto, y siguiendo con el ejemplo náutico, si en la nave, entre el pasaje hay diferencias claras de criterio sobre la ruta a seguir, teniendo en cuenta que las recetas que proponemos de cara al exterior no podemos considerar menos valiosas, útiles y eficaces que de cara al interior de la nave, y teniendo en cuenta también que a muchos de los que nos encontramos en el buque también nos gustaría opinar sobre qué nuevos horizontes enfilar nuestro rumbo común, la famosa receta del referéndum - pregunta - consulta - encuesta - toma de pulsaciones - o como quiera denominarse, podría ser una solución eficaz, a la vez que ensayo previo, a la situación actual. El que dicha solución no conste como tal en nuestro reglamento interno no debería de ser obstáculo para hacerlo. El otro que oficialmente todavía proponemos se encuentra con "problemas" similares.