Dicen que en una tertulia por estas latitudes discutieron entre amigos sobre los desiguales apoyos que algunas administraciones realizaban a los deportistas de su municipio en función del deporte que realizaban.
Y dicen que el mentecato de turno defendió públicamente y sin ruborizarse unas determinadas pelotas en detrimento de otras argumentando su histórica pertenencia al lugar de las pelotas de determinado tamaño y composición, como si las otras, que por cierto gozan de tanta o mas popularidad, seguimiento, número de federados, aficionados y/o televidentes, fueran pelotas foráneas porque sus pelotas sean mas grandes o mas pequeñas de las que defiende el mentecato.
Si defendemos que les vacas son de donde pacen ,y los jugadores de fútbol, sobre todo los del Athletic, de donde se hacen, las pelotas serán de donde se utilizan, no hay unas pelotas más lugareñas que otras, y los que defienden lo contrario solo son firmes candidatos a pertenecer al “club del mentecato” que, no solo es corto de mente, es fundamentalmente, egoísta e interesado.
Y eso está muy feo.