Hoy han vuelto a atentar. Otra vez vecinos desalojados, coches y viviendas particulares destrozados, muchos daños materiales, ertzainas heridos, miedo entre los colectivos de vecinos afectados por la locura de estos descerebrados.
No vamos a esperar a estas alturas que ellos solitos sean capaces de cambiar de actitud sin ser previamente detenidos. Lo que cada vez resulta mas indignante es que tanto la ciudadanía que no es ETA, y los representantes políticos, seamos incapaces de ponernos de acuerdo en condenar estas salvajadas y no permitir que gobiernen en nuestros municipios, ofertando una alternativa clara, básica y razonable, los que se reconocen incapaces de condenar estos actos.