en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 3 de abril de 2008

Perro mordedor versus vecinos, y vecinas, poco coordinados

Pues nada, oye, que no se por qué hoy me he acordado de aquella escalera de vecinos donde había un perro que cada vez que tenía una oportunidad no se cortaba un pelo y mordía a los vecinos del segundo p´arriba. Yo, que vivía en el último, en el quinto, pues también fui víctima del contacto indeseado de mi piel con la dentadura perruna.

El caso es que en poco tiempo todos los vecinos, y vecinas, fueron mas o menos dentellados por el jodido cuadrúpedo y en poco tiempo consiguió poner a todos los afectados, y afectadas, en contra de aquella actitud perruna tan poco acorde con la diplomacia vecinal.

Así que llegó el momento en el que la gran mayoría de propietarios, y propietarias, acordaron, primero recriminar su actitud, después manifestarles su mas firme oposición a su conducta, llegaron a condenarla públicamente e incluso acordaron despojarles de la presidencia de la escalera, la cual la había conseguido no tanto por su idoneidad para el cargo ni por el apoyo del resto de copropietarios, y copropietarias, sino por la desidia y el desinterés del resto.

Pero a lo que voy, que llegó el día de la asamblea de vecinos, y vecinas, y el del segundo, que además tenía lonjas y varios camarotes, que va y les dice que no está de acuerdo con desplazarle del cargo presidencial a los dueños del guau-guau.

Mosqueados la mayoría de los allí presentes con su actitud, se dirigieron al día siguiente a hablar con la consorte, no tanto para pedirle explicaciones, sino para ver si opinaba lo mismo que su pareja o lo que reiteradamente en los días anteriores les había dicho en los encuentros informales previos a la reunión. Pero su respuesta fue esta:

-Vecinos, y vecinas, tenemos que actuar con responsabilidad e inteligencia, pongamos la pelota en su tejado, y si nos vuelve a morder, apoyaremos e impulsaremos las iniciativas que haya que apoyar, sin excluir ninguna.

El resto de vecinos, y vecinas, sorprendidos por la respuesta, le mostraros las diferentes marcas que el hijo de perra les había dejado en la piel con sus fauces, y le preguntaron :

-¿Pero no te parece que ya nos ha mordido bastantes veces, que ha demostrado que no tiene intención de cambiar de actitud y que así no vamos a ninguna parte ?

...( Continuará )...