Siendo ambos cargos públicos, lo conocí en un ambiente poco habitual, donde las personas generosas dejan una huella imborrable. Fui testigo de su solidaridad con el pueblo saharaui y de su generosidad con los mas desfavorecidos. Compartí con él techo de lona en el desierto, buenos ratos y mejores sensaciones.
Una buena persona nos ha dejado. ¡Hasta siempre Juanjo!
En la foto Juan José Ziarrusta, alcalde de Durango y yo con el entonces alcalde de la Daira de Dajla, en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).