¿Se imaginan a uno autodefiniéndose socialista no practicante, feminista no practicante, vasquista no practicante, nacionalista no praticante, idealista no practicante, Hegeliano no practicante, reaccionario no practicante, conservador no practicante, revolucionario no practicante, anarquista no practicante, demócrata no practicante, ... y así, un infinito etcetera de diferentes posibles ideologías expresadas en positivo, de manera voluntaria, y adjetivadas en negativo, también de manera voluntaria?
¿No aceptariamos y reconoceríamos, cuando menos "cierta incoherencia" en si misma de la definición?
Para mí es lo mas parecido a no serlo pero no atreviéndose a reconocerlo del todo. Como que le da miedo sentirse excluido de un sitio del que racionalmente no es pero teme sentirse fuera del mismo.
Y si en algo tan claro, y en una sociedad democrática como ésta, en la que se permite ser o no ser con total normalidad, se es tan poco concreto ... ... ¿Qué se puede esperar de una persona que en algo tan sencillo de definirse resulta tan abstracto?
Nota:
Si bien han sido las declaraciones realizadas ayer de Alberto Nunez Feijoó, presidendente de la Xunta, las que me han estimulado para escribir estas líneas, reconozco que mucho mas cerca tengo ejemplos similares. A todos ellos el mismo mensaje.