El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 6 de julio de 2010

Sindicalismo, democracia y kalimotxo.

Ha transcurrido una semana desde la última convocatoria de huelga ganeral en Euskadi : "Gure eskubideak defendatzeko" o "Para defender nuestro derechos". ¿Los de quienes. ¿Los de ellos? Si algún colectivo necesita reciclarse, no solo como organización, como colectivo, etc ... sino como entidad con unos objetivos determinados, esos son, sin duda, los sindicatos de "clase".

Se han convertido en "ramales" de la administración para  la puesta en práctica de cursos de formación y similares y dependen totalmente de esta para su financiación. Cualquier día salen a la calle de la mano con los curas para defender sus privilegios de entidades financiadas por el estado y donde sus liberados cobran descaradamente de esa administración a la que de vez en cuando maldicen con la boca pequeña. 

¡Basta de imposiciones! ¡Tiene guasa! Porque en Madrid, con la actitud mantenida en el Metro, los sindicatos no han ejercido "ninguna" imposición. Y aquí, en Sopelana, han conseguido que cierren "voluntariamente" todas las tiendas del municipio, aunque algunos se hayan escudado en el santoral para "no quedar mal" con los fácticos. Pero ... ¿he dicho todos los comercios? ¡Noooo! Los bares han tenido permiso especial para no sumarse a las consignas de la vanguardia de la clase trabajadora. ¡No vaya a ser que el populacho se nos soliviante por no encontrar un lugar donde refrescarse, y es que, además, luego había fiesta y hasta los más insignes revolucionarios tienen derecho a un kalimotxo.