-Tras unas manifas multitudinarias el 11-S, y su mosqueo con el residente en La Moncloa, CiU (PNV) decide ponerse delante de la pancarta con efecto retroactivo, rompe con la tradición, el centrismo y el pactismo que le caracteriza y se lanza a la conquista del espacio independentista.
Los radicales de un lado y de otro, ERC (Bildu) y PP (PP) se frotan las manos.
Uno aclarando a la población que para radicales ellos, y que para iniciar a la ciudadanía por nuevos caminos que ellos reclamaban hace tiempo, qué mejor que ellos mismos para dirigir la larga marcha. No les falta razón.
Los otros PP (PP), rasgándose las vestiduras, pueden hablar de banderas y sentimientos patrios y, de esta manera, evitan en plena campaña, temas mas "conflictivos" como son los recortes relacionados con la época de crisis en la que vivimos.
La otra pata de banco, el PSC (PSE-EE), temiendose lo peor, y dispuestos a seguir siendo el saco de los golpes de unos y de otros, ha resultado menos vilipendiado de lo esperado, y viendo que las hostias se repartian por todos los partidos moderados, al final su sobrevivencia más que digna ha resultado ser casi un triunfo teniendo en cuenta las previsiones que se anunciaban.
En fin, que trasladado a Euskadi, espero que nuestro futuro Lehendakari haya aprendido en piel ajena y no necesite pasar por los mismos caminos para llegar a conclusiones similares.
-El país no está para "independentzias"
-Ese espacio ya lo cubre ERC (Bildu) y pelear en su terreno es perder.
-Los clientes de CiU (PNV) son más moderados y quieren la fiesta en paz, eso sí, con la bolsa sonando.
-El pacto CiU (PNV) con PSC (PSE-EE) también allí da para una mayoría absoluta, que dé estabilidad, que defienda un paso más en el autogobierno, y que permita afrontar la crisis desde una visión algo más progresista que la actual.
A ver si Urkullu interpreta los resultados de la misma manera.