Hoy se celebra el pleno de constitución en el parlamento vasco. Un pleno que iniciará una legislatura con un gobierno que no parece capaz de aunar mas voluntades que las de su partido. Un partido que decía que cuando otro gobernaba como él va a gobernar ahora era, hacerlo así era una temeridad. Y ahora como son ellos los minoritarios mayoritarios cambian de opinión. ¡Pues vaya seriedad!
Yo sería partidario de que para que un nuevo Lehendakari tome posesión sea obligatorio hacerlo con el apoyo de una mayoría absoluta de la cámara y, si no lo consigue, convocar nuevas en un plaza de tiempo no superior a seis meses en los que tendría que aguantar el gobierno en funciones. A lo mejor negociaban con más interés y se dejaban de tanto personalismo fustrante. Carlos Gorostiza deja muy claro en su blog que lo que estaba mal en la anterior legislatura también lo está en esta y que no resulta serio acusar a unos de algo que dices que esta mal para hacerlo tú mismo en cuanto tienes la oportunidad. Lo decía así:
Yo sería partidario de que para que un nuevo Lehendakari tome posesión sea obligatorio hacerlo con el apoyo de una mayoría absoluta de la cámara y, si no lo consigue, convocar nuevas en un plaza de tiempo no superior a seis meses en los que tendría que aguantar el gobierno en funciones. A lo mejor negociaban con más interés y se dejaban de tanto personalismo fustrante. Carlos Gorostiza deja muy claro en su blog que lo que estaba mal en la anterior legislatura también lo está en esta y que no resulta serio acusar a unos de algo que dices que esta mal para hacerlo tú mismo en cuanto tienes la oportunidad. Lo decía así:
“Es imposible que Patxi López gobierne con 25 de 75 parlamentarios”. Cuando Antonio Basagoiti retiró su apoyo al Gobierno al Lehendakari socialista la imposibilidad de que López siguiera como Lehendakari se convirtió casi en un mantra de tanto como se repetía una y otra vez en declaraciones y artículos.
Por mucho que el último y supuestamente agónico tramo final discurriese con sorprendente normalidad (los socialistas apenas perdieron 3 ó 4 votaciones menores de más de 60) lo cierto era que en aquella situación López no podía presentar un presupuesto, que es el guión básico y fundamental de la acción de cualquier Gobierno, y menos podía hacerlo en unas circunstancias tan difíciles y graves como las que estamos viviendo. Con solo 25 de 75 votos era imposible y su debilidad le aconsejo convocar elecciones.
Sin embargo ahora nos encontramos con que Urkullu va a formar Gobierno (y a preparar un presupuesto) con 27 de 75 parlamentarios. 27 son más que 25, pero es obvio que la misma debilidad que tuvo López al final de su mandato la va a sufrir el nacionalista desde el minuto uno del suyo.
Y no crean que es asunto menor. La política no es sólo el vistoso espectáculo de las elecciones, ¡qué va! Resulta que después, con el resultado y con las mayorías que salen de las urnas, hay que tomar decisiones, siempre complejas y difíciles pero más aún ahora.
A López se le insistió en que con aquellos 25 de 75 no podía seguir “ni un día más”. En unas semanas tendremos un gobierno que habrá cambiado los 25 por los 27. Sin embargo es lo que hay porque el PNV no ha sabido o no ha querido pasar por el trago incómodo de acordar para asegurarse así una mayoría suficiente.
Como consecuencia no tendremos, ni de lejos, ese tan necesario “gobierno fuerte” al que se apelaba hace pocas semanas. Todo lo contrario, nos tendremos que arreglar con el gobierno más débil y con el Lehendakari que menos apoyos habrá tenido desde Garaikoetxea.
A López le faltaron 13 votos al final, a Urkullu le faltarán 11 desde el principio. Tengo curiosidad por saber cómo lo va a hacer y también qué van a decir ahora aquellos que con tanta vehemencia denunciaban la insostenible minoría del socialista.