El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

viernes, 16 de noviembre de 2012

Sopelana y las banderas

La enseña se colocó en el último día de plazo. :: M. ATRIO / El Correo
Sin duda la política, vista a lo largo de estas últimas décadas nos da ocasiones para sonreír con las medidas de unos y de otros.

Hace 25 años, en Sopelana, a las noches pasaba la Guardia Civil y, literalmente, robaba la ikurriña que estaba colgada en un mástil cercano al ayuntamiento. Los partidos políticos representados entonces en el pleno costeaban la compra de una nueva tras emitir un comunicado quejándose de la estúpida operación policial. Y así mas de una y mas de diaz veces. 

Después se vivieron unos tiempos donde a unos les daba igual, o no podían hacer nada por evitar la presencia omnipresente de la tricolor por todas las partes del país, y fue entonces cuando a los radicales de lo que es ahora la actual Bildu, les dio por festejar a "su manera" el día de la bandera, sobre todo en Bilbao el día grande de fiestas, protestando por la presencia de la rojigualda, con quemas de utensilio y transportes públicos. No es bueno olvidarlo.

Y entramos en una "tercera fase" donde, reconvertidos a políticos democráticos que asumen responsabilidades en la administración pública por mandato de los electores, se ven obligados, como los demás desde hace treinta años, a cumplir con las leyes que nos hemos puesto, y se ven poniendo la bandera española junto a la ikurriña y la de Sopelana.

Quien les ha visto y quien les ve. Eso sí, hoy se movilizarán para excusarse de lo que ellos mismos han hecho. ¡Ja!