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martes, 26 de enero de 2016

Intentar invisibilizar a Podemos en el Congreso suena a pataleta, cacicada y recurso de los que tienen la razón de la fuerza en vez de la fuerza de la razón.

La Mesa del Congreso ha aprobado este martes la nueva disposición de escaños en el hemiciclo con la que el grupo de Podemos, a pesar de ser el tercer partido más votado el 20-D, queda relegado a las últimas filas y desplazado de los asientos centrales que ocuparon provisionalmente durante la sesión constitutiva de las nuevas cortes. 
Los 65 diputados del partido de Pablo Iglesias y sus confluencias quedan por tanto tras el grupo del PNV, Democràcia i Llibertat (CDC) y de parte de los diputados de Ciudadanos, aunque estas fuerzas contaron con menos votos que Podemos y sus alianzas en las pasadas elecciones generales.
Parece un chiste, pero no lo es.
Intentar "ocultar" a la fuerza que representa más claramente las ganas de cambio suena a pataleta, cacicada y recurso de los que tienen la razón de la fuerza en vez de la fuerza de la razón.