La política es seguramente el campo de la vida pública que mejor lo muestra, y los movimientos tácticos sustituyen cada vez más al interés general.
Los llamados partidos emergentes prometían cambiar este estado de cosas y trabajar por la recuperación del sentido más genuino de la política. Podemos quería desbordar con su propuesta de círculos participativos y una dialéctica que enfrentaba a “los de abajo con los de arriba”.
Sin embargo hoy las maneras de Pablo no me han gustado. No sé cuando de participativa ha sido la propuesta que hoy ha hecha pública. No entiendo por qué ha tenido que hacerla sin que la persona a la que dice va a apoyar lo sepa. Y la guinda de la sorpresa "poco afortunada" me ha parecido que se autoproclame como vicepresidente en un alarde que no hacía falta si realmente se busca acordar y no tensar más la situación en la casa del vecino.