De curioso y simpático podemos catalogar las advertencias que nos hace la Iglesia Católica Apostólica y Romana sobre la ingobernabilidad en España. Parecen preocupados y piden una salida dialogada. ¡Qué bonito!
No parece especialmente de recibo ningún consejo de su parte para mejorar nuestra democracia que pueda estar basado en sus propias experiencias.
Si hay una cosa que me gusta de su manera de solucionar algunos problemas de elección de sus lideres y sería curioso trasladarla a la política laica.
¿Os imagináis encerrando voluntariamente a nuestros representantes políticos más renombrados a la espera de que lleguen a un acuerdo básico, que en Roma llaman "fumata blanca", que permita la elección de un presidente sin tanta parafernalia externa de acuerdos, desacuerdos y frases teatreras que ocupen los titulares de los diarios tanto tiempo?