En una decisión sin precedentes y bastante impresentable, el presidente en funciones acaba de decirle que no al jefe del Estado. No, pero solo por un rato, que ahora los tiempos le van mal. No, pero no es un adiós, es un hasta luego; hasta que las presiones políticas y económicas –esos "mercados" de los que habla cada vez que le ponen un micrófono delante– le hagan el juego sucio y le permitan seguir en el poder, a pesar de la mayoría absoluta parlamentaria que hoy, merecidamente, tiene en su contra. www.eldiario.es
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viernes, 22 de enero de 2016
Rajoy dice que no ... de momento.
En una decisión sin precedentes y bastante impresentable, el presidente en funciones acaba de decirle que no al jefe del Estado. No, pero solo por un rato, que ahora los tiempos le van mal. No, pero no es un adiós, es un hasta luego; hasta que las presiones políticas y económicas –esos "mercados" de los que habla cada vez que le ponen un micrófono delante– le hagan el juego sucio y le permitan seguir en el poder, a pesar de la mayoría absoluta parlamentaria que hoy, merecidamente, tiene en su contra. www.eldiario.es