El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

lunes, 5 de febrero de 2018

«La commedia è finita» / «la comedia ha terminado»

En la ópera Pagliacci (Payasos),  se narra un trágico lance de celos en el seno de una compañía teatral. En la actual política catalana, como en Payasos, también recelan entre sí sus dos principales protagonistas: Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, un dúo a la greña en pos de una misma ambición.

Esta semana a Carles, en plena actuación, se le cayó la máscara. Esta vez no fue culpa del cortinón del escenario, ni del guión. Fue el propio actor principal, el prófugo Puigdemont, quien nos dejó al aire su verdadera faz. 

Pero el espectáculo secesionista, con esos y otros protagonistas, seguirá a poco que puedan, unos cuantos días más. Pero la versión catalana de la célebre pintura negra en la que Goya, reflejando su propia angustia, retrata a dos compatriotas que, enterrados hasta las corvas, dirimen sus diferencias a garrotazo limpio. Es difícil no ponerles la cara de Puigdemont y Junqueras a aquella estampa.
ULISES CULEBRO /  FRANCISCO ROSELL / elmundo.es/opinion