
Y lo más bonito es la elección del lugar. Qué mejor país para refugiarse una antisistema que el país sede de los banqueros mundiales por antonomasia.
En fin, si la locura catalana resultaba difícil de entender desde media distancia, el teatrillo de hoy no hace más que demostrar que el problema independentista será una enfermedad difícil y de larga duración.