La campaña electoral para las elecciones del 28 de abril empezó ayer por la mañana, en el mismo momento en que el presidente del Gobierno las anunció.
Pedro Sánchez hizo su primer mitin ante los ojos de todo un país que miraba atento a la Moncloa para saber cuál iba ser la fecha elegida para acudir a las urnas y como en los buenos thrillers, el presidente no lo hizo al principio de su intervención, sino que esperó a la recta final de su discurso a fin de mantener la atención de la audiencia.
Antes no sólo creó el ambiente apropiado, sino que hizo un relato en positivo, quizás demasiado partidariamente, de estos casi nueve meses en el poder y como escribió Fernando Ónega: después de escucharle, daban ganas de votarle.
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