en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 4 de febrero de 2019

Es imposible acostumbrarse a la acción de estos impresentables. Los unos y los otros. Afortunadamente para nuestra salud democrática.

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La placa que recuerda en Madrid a Yolanda González, la joven estudiante asesinada por un grupo de extrema derecha en 1980, ha sufrido hasta cuatro ataques en los últimos tres meses. 
No es el único caso. Prácticamente cada semana hay una nueva noticia de pintadas en monumentos que recuperan la memoria de los republicanos y las víctimas del franquismo.
En Euskadi han sido innumerables las
veces que desde lo que en teoría es el otro extremo de los radicales violentos han atentado contra símbolos que recuerdan a sus propias victimas.
Es imposible acostumbrarse a la acción de estos impresentables.
Los unos y los otros.
Afortunadamente para nuestra salud democrática.