Un juez en Madrid ha anulado la prohibición de fumar en la calle sin estado de alarma. Es lamentable pero, desgraciadamente, tiene razón legal.
Paralelamente, algunos partidos implicados se rasgan las vestiduras pero habría que recordarles que fueron ellos los que impidieron mantener el estado de alarma para desgastar al gobierno unos y para reivindicar su capacidad de mando otros, y ahora, tanto unos como otros, deberían cargar con su responsabilidad y con las consecuencias de su egoísmo e irresponsabilidad.
Francia está en estado de alarma desde el 31 de enero, y lo renueva por semestres. Así sí se puede dirigir la estrategia de control y restringir la movilidad. ¿Qué esperamos aquí?