Observando las tiranteces que dentro de la izquierda se siguen produciendo, esté ésta en el gobierno o no, he de reconocer que no he descubierto nada decepcionante con la izquierda que no supiera hace ya varias décadas.
El efecto ‘Vida de Brian’ no es nuevo, cualquiera que haya estado cerca de una opción de izquierdas ha comprobado el efecto Frente Popular de Judea y Frente Judaico Popular hasta la extenuación.
La decepción no viene tanto con la izquierda, sino con los límites de la democracia formal en sí. Frente a atisbos leves de cambio los resortes saltan para poner límites desde lo económico, lo judicial, lo mediático y lo cultural. Y en España, en estos momentos tenemos un claro ejemplo de esto.
Así que, dicho todo lo anterior, lo que está ocurriendo en nuestro país no me sorprende especialmente. Resulta sencillo poner siglas, instituciones, y nombres y apellidos como ejemplo de cada párrafo y, por lo tanto, a nadie sorprenderá algunas declaraciones que se oyen este fin de semana sobre los posibles apoyos presupuestarios. ¡Lástima!
Así que, dicho todo lo anterior, lo que está ocurriendo en nuestro país no me sorprende especialmente. Resulta sencillo poner siglas, instituciones, y nombres y apellidos como ejemplo de cada párrafo y, por lo tanto, a nadie sorprenderá algunas declaraciones que se oyen este fin de semana sobre los posibles apoyos presupuestarios. ¡Lástima!