El lugar donde está puesta no es casualidad pues la obra fue encargada
por el ayuntamiento y el artista donostiarra la creo expresamente
para que cuando giremos a su alrededor leamos el nombre de Amorebieta.
Según el sitio web Ametx, el autor «pretende que juguemos
con la imaginación en esta escultura, animándonos a introducirnos
en los tiempos pasados de dinosaurios y seres gigantes».
Al final, la gente solo ha visto una patata, que es gigante,
pero sigue siendo un tubérculo.
antiguas y modernas, de diferentes épocas, situaciones y vivencias mías
que forman parte de mi TOP-99 y que me apetece compartir.
Disfruta con los tuyos, ríete, descansa de lo cotidiano,
recarga energias, y todo a menos de ¿25º?
Nos volvemos a leer en Septiembre.
¡Salud!