El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

lunes, 26 de septiembre de 2022

Berlusconi, el fascismo, la corrupción,
y "los ratones votando al gato".

Treinta años después de que Berlusconi ganase las elecciones y metiese a los neofascistas de Alianza Nacional en el Gobierno, nos asombra que el fascismo haya ganado de nuevo en Italia, pero no que Berlusconi, el eterno, siga ahí. 

Con 85 años, tan embalsamado que parece huido del Madame Tussauds y tan inexplicable que justo antes de las elecciones Berlusconi explicó que Putin invadió Ucrania para sustituir el Gobierno de Zelenski por «uno de gente decente». 

Berlusconi es el cinismo convirtiéndose en un espectáculo natural, el mismo Berlusconi que ha sido procesado por todo lo procesable –corrupción, contactos con la mafia, prostitución de menores– entendiendo, casi tolerando, no olvidemos que es el propietario de los más importantes medios de comunicación del país.

Es evidente que en Italia hay mucha derecha, no olvidemos que el Vaticano está allí, pero que triste es ver, como dijeron hace poco en el congreso, a "los ratones votando al gato".