En mi opinión, una de las obras más llamativas de la nueva exposición es ‘Mar Creciente’, del artista africano El Anutsuik.
Se trata de una escultura que debía haberse expuesto hace dos años pero la pandemia obligó a aplazar.
De grandes dimensiones, 14 metros de largo por 8 de alto, simula un gran ‘lienzo’ de aluminio y alambre de cobre elaborado con restos de tapones de botella y en la que el artista parece mostrar un paisaje marino, en consonancia con su inquietud por el cambio climático.
Otra de las novedades que se puede ver ya en la tercera planta es ‘Curva amarilla’, de Ellsworth Kelly.
Ambas, explicadas por la "curator Lekha Hileman"
es un verdadero placer.