Como un viaje. Así define Asier Altuna su película documental Hondalea: Abismo marino, en la que se acerca al trabajo de la escultora Cristina Iglesias en su obra Hondalea.
La Casa del Faro de la isla de Santa Clara, en San Sebastián, quedó deshabitada en 1968. Años después, Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) imaginó transformarla en una escultura.
Gran parte del protagonismo de la película recae en la propia isla donde la casa del faro se transforma en una escultura que se extiende por el edificio para terminar por encontrarse con el mar -hondalea es un término en euskera que en castellano vendría a significar “abismo en el mar”- es parte protagonista de la película.
La película se construye así con planos largos y otros con espectaculares imágenes aéreas, además de apoyarse por el sonido de la propia naturaleza de la isla y del mar y sus olas: “Esta obra y otras que ha hecho Cristina tienen que ver mucho con el tiempo, con la naturaleza...
La Casa del Faro de la isla de Santa Clara, en San Sebastián, quedó deshabitada en 1968. Años después, Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) imaginó transformarla en una escultura.
Gran parte del protagonismo de la película recae en la propia isla donde la casa del faro se transforma en una escultura que se extiende por el edificio para terminar por encontrarse con el mar -hondalea es un término en euskera que en castellano vendría a significar “abismo en el mar”- es parte protagonista de la película.
La película se construye así con planos largos y otros con espectaculares imágenes aéreas, además de apoyarse por el sonido de la propia naturaleza de la isla y del mar y sus olas: “Esta obra y otras que ha hecho Cristina tienen que ver mucho con el tiempo, con la naturaleza...